Comunicado. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y Unilever México, a través de su marca Knorr, presentaron el Atlas de la Gastronomía Mexicana, publicación que fomenta el uso de ingredientes endémicos cuya producción tiene un bajo impacto ambiental y un alto valor nutritivo.
Este proyecto, que suma la creatividad culinaria de cinco facultades de gastronomía, cocineras tradicionales y chefs, resalta el valor histórico, cultural, ambiental y alimenticio de algunas variedades de semillas, raíces, algas, insectos, frijoles, calabazas y chiles domesticadas en nuestro país.
El atlas es un esfuerzo colaborativo que impulsa la agrobiodiversidad y una alimentación más balanceada. El proyecto muestra la relación que hay entre la tradición y la innovación en el campo gastronómico de México, a través de las propuestas culinarias de estudiantes y maestros de la Universidad El Claustro de Sor Juana, la ESDAI de la Universidad Panamericana, la Universidad Anáhuac, la Universidad del Valle de México y la Universidad Tecnológica de México, así como chefs y cocineras de sólida trayectoria como Mariana Orozco, Mayra Mariscal, Martina Vigil y Karen Willard.
“Este proyecto entre WWF y Knorr, promueve la riqueza cultural y gastronómica de México a través del uso de ingredientes locales. Busca ser un referente que pone en el centro a 15 ingredientes cuyo uso nos remite a la historia alimenticia y cultural de distintas regiones del país, alineado al propósito de la marca, de fomentar cambios en los hábitos alimenticios para ayudar a las personas a incorporar más vegetales en sus platillos, con Knorr, como el gran aliado en sabor que ha formado parte de los hogares mexicanos por más de 60 años”, precisó Mildred Villegas, directora general Nutrition Latam en Unilever.
Estudios han confirmado que la producción de nuestros alimentos es la principal causa de la pérdida de biodiversidad y contribuye con más de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, las dietas son más homogéneas y bajas en macronutrientes. La agrobiodiversidad es fundamental para abordar estos desafíos en México, pues la riqueza de plantas comestibles del país debe ser aprovechada para apoyar la agricultura sostenible y contribuir a garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición, así como la protección del medio ambiente.
“México es un territorio rico en biodiversidad y ello incluye a una extraordinaria variedad de plantas nativas que debemos sumar a nuestras mesas.
Asimismo, urge tomar conciencia que la producción y consumo de nuestros alimentos están vinculados a la tala de bosques, el uso excesivo de agroquímicos, la contaminación del agua, el aire y la pérdida de especies. Nuestros sistemas alimentarios deben transformarse y ser más justos, contribuir a la conservación de la naturaleza y a la vez generar una alimentación nutritiva, suficiente y accesible para las personas. Es alentador que las nuevas generaciones de gastrónomos impulsan en este Atlas una alimentación sostenible”, subrayó Jorge Rickards, director general de WWF México.
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