Agencias. Starbucks inició la prueba de un nuevo producto pensado para satisfacer a consumidores que buscan opciones más saludables sin renunciar al sabor. Se trata de una bebida con espuma fría enriquecida con entre 15 y 18 gramos de proteína, diseñada para integrarse fácilmente a sus recetas habituales. Esta novedad forma parte del programa experimental “Starting Five”, actualmente en prueba en cinco puntos de venta seleccionados en Estados Unidos.
Esta propuesta llega como respuesta al creciente interés por alimentos funcionales que contribuyan al bienestar físico, sin sacrificar la experiencia de sabor. Starbucks se alinea así con los consumidores modernos, especialmente aquellos que priorizan el equilibrio entre alimentación consciente y estilo de vida dinámico. El producto busca cubrir las expectativas de clientes que exigen practicidad, nutrición y calidad en cada elección.
El interés global por las proteínas ha escalado con fuerza en los últimos años. Motivos como fortalecer el sistema inmunológico, mantener niveles óptimos de energía o mejorar el rendimiento físico han impulsado un mercado que, sólo en 2024, alcanzó los 85 mil mdd a nivel mundial. Las proyecciones indican un crecimiento anual del 8% hasta 2030, confirmando que esta tendencia seguirá marcando el desarrollo de productos alimenticios.
En mercados como México, los hábitos de consumo han cambiado radicalmente. Según datos de NielsenIQ, un 73% de los consumidores asegura estar más enfocado en su alimentación que antes de la pandemia. Esta conciencia ha disparado el consumo de alimentos proteicos, con un crecimiento del 32% en los últimos tres años. Starbucks busca posicionarse en este contexto con una oferta adaptada a las nuevas prioridades.
Buena parte del auge proteico ha sido impulsado por la Generación Z, que ha convertido el consumo de 100 gramos de proteína al día en un reto popularizado a través de redes como TikTok. A esto se suma el creciente uso de medicamentos como los GLP-1, empleados para controlar el apetito, lo que refuerza la necesidad de mantener un consumo proteico adecuado para preservar la masa muscular. Starbucks detectó estos cambios e ideó una propuesta funcional y sabrosa.
Según el CEO Brian Niccol, el nuevo producto surgió tras observar una práctica común: clientes llevando su propia proteína en polvo y mezclándola, sin buenos resultados. Esto motivó al equipo a desarrollar una fórmula que integrara la proteína directamente en la espuma, conservando la textura cremosa emblemática de la marca y evitando los típicos grumos. La idea no solo resuelve una necesidad, sino que mejora la experiencia del consumidor.
Aunque aún se encuentra en fase de pruebas, se sabe que la primera versión combina la espuma proteica sabor plátano con un Iced Caffè Latte. Starbucks indicó que, en el futuro, la mezcla podrá adaptarse a los sabores regulares de espuma fría, ampliando así su versatilidad y atractivo. Este enfoque permite experimentar con distintas combinaciones según las preferencias del público.