La cerveza, elaborada con ingredientes naturales, tiene un aporte calórico moderado: Cerveceros de México

Comunicado. La cerveza es una de las bebidas más emblemáticas de México, con una fuerte presencia en celebraciones y eventos especiales. Con base en un estudio del Inegi, el consumo promedio de esta bebida alcanza los 68 litros al año por persona en el país, cuando existen otras naciones que reportan 131 litros anuales por persona. En México, de la mano con su popularidad y arraigo cultural, también surge una pregunta: ¿de dónde provienen las calorías de la cerveza?

Contrario a las creencias populares, las cervezas no tienen un alto contenido calórico. En realidad, su aporte energético está relacionado directamente con su proceso de elaboración, basado en ingredientes naturales que, al combinarse, dan origen a una amplia variedad de estilos y sabores. Pero ¿cómo encaja esto en un estilo de vida equilibrada? La clave está en conocer su composición y disfrutarla de manera moderada.

“La cerveza, al ser un producto elaborado con ingredientes naturales como la cebada, el lúpulo, la levadura y agua, ofrece un perfil calórico moderado, porque además es la bebida de más baja graduación”, señaló Cerveceros de México.

La cerveza se elabora a partir de cuatro ingredientes esenciales: cebada, lúpulo, levadura y agua. La cebada contiene azúcares naturales que se transforman en alcohol, de la más baja graduación, y gas carbónico durante el proceso de fermentación. Este alcohol, junto con los carbohidratos residuales, es lo que contribuye con un aporte calórico promedio de 43 kcal en 100 ml de cerveza.

El lúpulo, además de otorgar a la cerveza su característico sabor amargo, no tiene impacto calórico. Su función principal es la de conservante natural y potenciador de aromas. En cuanto a la levadura, es el organismo responsable de convertir los azúcares en alcohol, siendo fundamental en la creación de las características únicas de cada tipo de cerveza.

Es importante desmentir algunos de los mitos más comunes asociados con el consumo de cerveza. Por ejemplo, se suele creer que es una bebida que “engorda”, pero esto es una simplificación errónea. Según información de Cerveceros de México, las calorías de una cerveza pueden variar. En el caso de las cervezas estilo Pilsner tenemos 43 kcal en 100 ml de cerveza.

Otro ejemplo es el de las cervezas light, ya que estas tienen en promedio 29 kcal por cada 100 ml, mientras que las cervezas sin alcohol pueden tener aún menos. Estas cifras demuestran el bajo nivel de calorías en la cerveza, especialmente si se compara con otras bebidas con contenido alcohólico.

“En este sentido, es importante destacar que el consumo moderado de cerveza puede no representar una excesiva ingesta calórica. Además, su origen natural y los micronutrientes que se preservan en el proceso de elaboración, refuerzan su valor como una bebida versátil y culturalmente arraigada”, de acuerdo con Cerveceros de México, órgano representativo que tiene como misión apoyar el desarrollo de la industria cervecera mexicana.

La percepción de la cerveza como una bebida alta en calorías podría ser solo eso, una percepción, porque esto no considera que hay que darle contexto a su consumo, y este podría ser de moderación. Más allá de su aporte energético, la cerveza es una bebida fermentada con propiedades como antioxidantes y vitaminas del grupo B. Su integración en un estilo de vida equilibrado depende de consumirla moderadamente y combinarla con una alimentación saludable, así como actividad física regular. 

 

 

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