Agencias. La reducción arancelaria sobre fertilizantes, insumos esenciales en la producción estadounidense de alimentos, se ubica como uno de los ejes de la estrategia oficial para contener los precios que afrontan los hogares. La administración del presidente de Estados Unidos, DonaldTrump, formalizó una serie de pactos comerciales con cinco países–Suiza, Argentina, Guatemala, Ecuador y El Salvador–dirigidos a suprimir o disminuir los impuestos de entrada a productos que no logran cubrirse con la sola producción nacional, lo que incluye café, carne de vacuno, frutas, té, cacao, frutos secos, naranjas, plátanos, tomates y diversas especias, además de los mencionados fertilizantes.
La Casa Blanca anunció esta medida tras las recientes elecciones en las que la oposición demócrata conquistó cargos de relevancia, como las gobernaciones de Virginia y Nueva Jersey y la Alcaldía de Nueva York. La presión ejercida por el encarecimiento de la canasta básica, junto con el descontento social, llevó al Ejecutivo a priorizar iniciativas con efecto inmediato en los precios de los alimentos. La administración argumentó, según detalló el medio, que la selección de los productos incluidos en estos acuerdos tiene fundamento en el diferencial entre capacidad productiva local y la demanda interna, pues artículos como carne de vacuno, café y ciertas frutas tropicales presentan una brecha que solo puede cubrirse con la importación.
Uno de los acuerdos más destacados es el alcanzado con Suiza, que rebaja el arancel sobre sus productos a un quince por ciento, reduciéndolo desde el anterior treinta y nueve por ciento. En paralelo, Suiza acordó disminuir sus propias tasas de importación para mercancías estadounidenses, lo que reorganiza el intercambio bilateral en materia agrícola y en otros sectores industriales. Los convenios firmados con Argentina, Guatemala, Ecuador y El Salvador impactan de manera relevante en la importación de café y frutas, dos segmentos con alta demanda local y baja producción interna, lo que refuerza el papel de estos países como complementos del abastecimiento nacional.
La administración estadounidense explicó que la entrada de fertilizantes sin aranceles altos responde a la necesidad de recortar los costos de los productores locales. De este modo, la medida busca que la reducción en los gastos de producción agrícola repercuta positivamente en los precios finales a los que accede el consumidor en los supermercados y comercios del país. La presión de los representantes del sector agrario, agregó el medio, resultó un factor determinante, pues los elevados niveles arancelarios repercutían sobre su competitividad respecto de la oferta internacional.
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