Bloomberg. Argentina extendió la prohibición de exportación de siete cortes de carne hasta fines de 2023, extendiendo su enfoque poco convencional para controlar los precios de la carne para los consumidores locales.
El gobierno también prohibió a los exportadores vender carcasas enteras y medias canales, entre otras categorías, durante los próximos dos años.
La carne argentina es parte de la identidad nacional y al gobierno le preocupa que el reciente aumento de los precios haya hecho que los alimentos sean inaccesibles para las familias más pobres.
La decisión es la última de una serie de medidas contra el mercado que han creado una relación tensa con el sector privado. El presidente argentino Alberto Fernández prohibió temporalmente todas las exportaciones de carne vacuna en mayo del año pasado, aliviando gradualmente algunas restricciones.
Hasta el momento, la estrategia de prohibir algunas exportaciones de carne vacuna, junto con los controles de precios, ha fracasado en su objetivo principal.
Los precios de la carne vacuna aumentaron un 48% interanual en el Gran Buenos Aires. En noviembre, los precios de algunos recortes aumentaron mensualmente en dos dígitos, según datos del gobierno.
Los productores argentinos tradicionalmente aumentan los precios de la carne durante las vacaciones y los meses de verano en América del Sur.
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