La Nación. La industria avícola de Argentina compartió, ante el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y su par de Agricultura, Luis Basterra, una radiografía sobre la caída en las exportaciones del sector y planteó la necesidad de realizar nuevas inversiones.
En 2020, la actividad tenía previsto colocar en el exterior 300 mil toneladas de carne aviar; sin embargo, alcanzó las 240 mil toneladas, incluso por debajo del nivel de 2019, que fue de 275 mil toneladas. Además, por el impacto de la pandemia el comercio mundial del sector se redujo 15% y, en este contexto, países competidores de Argentina, como Brasil, reaccionaron con una baja de precios.
“Estamos perdiendo competitividad cuando los demás países hicieron devaluaciones importantes”, dijo Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) e indicó “llevamos cinco años sin inversiones por pérdida de rentabilidad. No es que el sector esté en rojo, pero se comió capital”.
Está la posibilidad que vía el Ministerio de Desarrollo Productivo se pongan en marcha créditos para la renovación de galpones, pero un punto no menor es que se trata de instalaciones que demandan una importante potencia eléctrica hoy limitante. Sobre el punto de la electricidad, los empresarios alertaron que en Entre Ríos, una provincia clave en materia avícola, la energía se les viene de encarecer un 74%.
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