Etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas en América Latina

Con el principal objetivo de reducir los índices de sobrepeso, obesidad, diabetes y sus múltiples comorbilidades, diversos países de América Latina han diseñado y establecido políticas y estrategias para mejorar la salud y calidad de vida de la población; sin embargo, el tema va más allá, puesto que la alimentación se trata de un aspecto cultural y de contar con hábitos adecuados.

Si bien es cierto que la industria de alimentos y bebidas no alcohólicas debe comprometerse a informar clara y específicamente a los consumidores respecto a los ingredientes que contienen los productos, también es responsabilidad del consumidor tomar la decisión que considere sea la más adecuada. Se trata de un problema social y cultural compartido que no debe recargarse hacia el lado de la industria y soslayar la responsabilidad de la población de evaluar si un producto es o no saludable para su bienestar. Sin duda, para poder elegir responsablemente, los consumidores tienen el derecho de saber qué es lo que comen.

Lo cierto es que los gobiernos y las organizaciones de muchos países del mundo consideran que el etiquetado nutricional es un instrumento clave para mejorar los hábitos alimenticios y, con ello, reducir los altos índices de sobrepeso y obesidad, aunado a otras enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación.

Varios países de América Latina han establecido estrategias normativas de etiquetado frontal de carácter obligatoria, tales es el caso de Ecuador (Modelo de semáforo, en 2014), Chile (Modelo de advertencia, en 2016), Bolivia (Modelo de semáforo, en 2016), Perú (Modelo de advertencia, en 2018), Uruguay (Modelo de advertencia, en 2018) y en 2019 la Agencia de Alimentos de Brasil lanzó una consulta pública con distintos sellos de advertencia.

Chile, claridad en nutrientes críticos

Al respecto, la Unicef afirma que los sistemas que demostraron ser más efectivos para mejorar la elección de compra son aquellos que son sencillos, consistentes, que no requieren habilidades matemáticas y son rápidamente interpretables.

En Chile, un año antes de que se empezara a trabajar la ley, la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2010-2011 reveló que cerca de 67% de la población mostraba algún grado de sobrepeso y obesidad; 39.9% tenía sobrepeso; 25.1% era obeso, y 2.3% padecía obesidad mórbida; además, una de cada 10 mujeres en el país sudamericano tenía sobrepeso.

Los componentes obligatorios del etiquetado chileno son dos:

  • Debe mostrar la declaración de nutrientes, que es la información sobre el aporte de energía, proteínas, hidratos de carbono, grasa, sodio y azúcares totales que contiene el producto alimenticio.
  • Debe incluir, cuando corresponda, los sellos “Alto en”; que son sellos en blanco y negro que deben rotular los alimentos que superen los límites establecidos para calorías, azúcares totales, sodio y grasas saturadas.

Perú: Ley de Alimentación Saludable

El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), de Perú, informó en 2019 los resultados de la Encuesta Demografía y de Salud Familiar 2018, en donde se advierte el incremento en el número de casos de sobrepeso y obesidad en los peruanos. El 37% de peruanos mayores de 15 años padecían sobrepeso, y 23% obesidad.

Alarmados por las altas cifras, las autoridades peruanas anunciaron la entrada en vigor de la Ley de Alimentación Saludable, la cual indica que todos los alimentos industrializados que se vendan en Perú están obligados desde el 17 de junio de 2019 a llevar octógonos de advertencia que informen que su contenido excede los parámetros establecidos por la ciencia para el sodio, azúcar, grasas saturadas o grasas trans.

La noticia de la nueva ley y los cambios que ésta supone, fue celebrada desde el inicio especialmente por la comunidad científica peruana, que valora el hecho de informar debidamente a los consumidores sobre los posibles efectos sobre la salud de los productos que consumen.

Ecuador, pionero en Sistema Semáforo

Con base en el Decreto ministerial en 2013, Ecuador fue pionero en implementar el Sistema semáforo, con el fin de ayudar a reducir la incidencia de enfermedades causadas por una nutrición deficiente. Según medios ecuatorianos, un año después de que se implementó dicha estrategia, la venta de productos altos en grasas, azúcar y/o sal cayó hasta en 35%.

El Reglamento de Etiquetado de Alimentos Procesados de Chile contempla dos componentes: el primero, el sistema gráfico tipo semáforo que está conformado por tres barras horizontales de colores rojo, amarillo y verde, según la concentración alta, medio y bajo, de tres componentes: azúcar, sal y grasa, y el segundo, incluye la declaración obligatoria, de informar si los productos contienen entre sus ingredientes edulcorantes no calóricos, advertir sobre el consumo no recomendado de bebidas energéticas que contengan cafeína, taurina y/o glucoronolactona, así como advertir a los consumidores sobre la presencia de transgénicos.

Bolivia, Ley de Promoción de Alimentación Saludable

El 08 de enero de 2016 se aprobó en Bolivia la Ley de Promoción de Alimentación Saludable que exige a las empresas utilizar etiquetas que describan el contenido de sodio, azúcar y diferentes tipos de grasas. Dicha ley fue redactada por el Ministerio de Salud bajo el enfoque de una promoción de la salud y prevención de enfermedades, principalmente aquellas crónicas no transmisibles atribuidas a una mala alimentación y los estilos de vida poco saludables.

La ley nació bajo el objetivo de promocionar los hábitos alimentarios saludables, fomentar la actividad física, regular la publicidad de alimentos y bebidas no alcohólicas y regular el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas, ya que con base en datos oficiales, en Bolivia la malnutrición es un problema de salud pública por la ingesta de alimentos que superan los requerimientos energéticos, lo que provoca sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, entre otros.

México, medidas cuestionadas

El nuevo etiquetado utilizará seis octágonos para resaltar la cantidad de ingredientes poco saludables (también llamados nutrientes críticos) que contienen los productos de consumo. Además, se exige sustituir la denominación de "Alto en…" a "Exceso de…", colocar en la etiqueta todos los tipos de azúcares que contenga el producto y estandarizar las porciones en la parte de la tabla nutrimental en 100 gramos o 100 mililitros por producto.

De esta manera, se modificó el Artículo 212 de la Ley General de Salud, en el que estipula que las etiquetas deberán “incluir información nutrimental de fácil comprensión, veraz, directa, sencilla y visible”. Además, el etiquetado frontal de advertencia deberá hacerse en forma separada e independiente a la declaración de ingredientes e información nutrimental, para indicar los productos que excedan los límites máximos de contenido energético, azúcares añadidos, grasas saturadas, sodio y los demás nutrimentos críticos e ingredientes que establezcan las disposiciones normativas competentes.

Asimismo, el nuevo etiquetado prohíbe que los productos de comida o bebidas alcohólicas tengan en sus empaques dibujos animados, celebridades, deportistas, animaciones o personajes infantiles, que inciten a su consumo.

Brasil y Uruguay, en camino

Brasil avanza en la misma dirección, al decidirse por un abordaje similar, caracterizado por un sistema en el que se indica en la cara principal visible al consumidor si un producto es "Alto en..." azúcar, sodio y/o grasas. En 2019, el país siguió un proceso basado en evidencia y lanzó la propuesta a consulta pública garantizando un amplio y democrático debate.

El principal objetivo es facilitar la lectura y la comprensión de esa información, a través del denominado “etiquetado frontal” de los alimentos. La nueva propuesta de rotulado consiste en traer hacia la parte delantera del paquete la información sobre el contenido de nutrientes de cada producto alimenticio.

 

Por su parte, Uruguay profundizó en la producción de evidencia para informar la toma de decisiones, que mostró que el sistema de advertencias nutricionales capta mejor la atención, genera mejor comprensión, entre otros beneficios para consumidores. La investigación resultó en una drástica decisión presidencial hacia el etiquetado.

En agosto del 2018, en Uruguay el presidente Tabaré Vásquez firmó un decreto para implementar un nuevo rotulado frontal de los alimentos, que consiste en colocar un octágono de color negro que tiene resaltadas en letras blancas ya sea la inscripción “exceso de grasas”, “exceso de grasas saturadas”, “exceso de sodio” y “exceso de azúcares”, para productos que son comercializados en dicho país.